
1. Elegí el tortilla
Maíz de verdad, sabor que se siente.

2. Elegí el relleno
Jugoso, derretido, irresistible.

3. Sumale una salsa
Un toque especial que hace toda la diferencia.

4. Hacelo combo
Lo querés completo. Y lo sabés.
¿Viste lo fácil? Ahora imagínate el sabor.
Aquí el maíz no viene en bolsa: lo cocinamos, lo nixtamalizamos, y lo volvemos tortilla — como lo hacían las abuelas.
Ese proceso le da más cuerpo, mejor textura… y ganas de pedir otro.
Explorá el menú
Más que sabor, un propósito
Cada vez que pedís un Kesiyo, también estás llenando el plato de un niño en Nicaragua, Venezuela o Panamá.
Porque aquí, creemos que una tortilla bien hecha no solo alimenta — también cuida.